El fotógrafo cántabro Antonio Aragón Renuncio ha sido galardonado con el Premio Latinoamericano de Fotografía Documental 2010, galardón que recibió de manos de Jairo Ruiz Sanabria, director del concurso, en un acto celebrado en el Museo de Antioquia de Medellín (Colombia) el pasado día 30 de abril.
Aragón aprovechó su visita al país para inaugurar la exposición con su trabajo en dicho museo y dar una serie de entrevistas y conferencias en la ciudad colombiana.
El jurado integrado por Elda Harrinton (fotógrafa, curadora, editora y docente. Argentina), Gabriel Mario Vélez Salazar (Maestro en Artes y Doctor en Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente se desempeña como Jefe del Departamento de Artes de la Universidad de Antioquia. Colombia) y Santiago Ochoa Cadavid (Maestro en Artes Plásticas, egresado del State University of New York) emitió el fallo en las ciudades de Buenos Aires (Argentina) y Medellín (Colombia) durante el mes de abril del presente año.
Según el jurado internacional, el trabajo de Antonio Aragón es “de gran originalidad que tiene a su vez mucha pertinencia en su sentido social y humano. Son fotos impactantes, de un colorido muy bien logrado, que se destacan por su factura técnica, logros estéticos y un mensaje coherente. Hay que destacar que en un entorno y en una labor inusual, el fotógrafo, haciendo uso del color y de una composición elemental, consigue construir una serie muy ilustrativa e interesante”.
Este año el concurso contó con la participación de más de 1.200 fotógrafos de países tan diversos y lejanos como el Reino de Bahréin, Filipinas, Irán y Ethiopia, así como de todo el continente americano conformando un total de más de 4400 trabajos presentados a este prestigioso certamen internacional. Con este galardón, Antonio Aragón Renuncio, que desde hace años vive y trabaja en Centroamérica (Nicaragua), aumenta su ya amplio curriculum en premios (Premio Nacional de Fotografía para Jóvenes Autores (INJUVE, Madrid) (año97).
Premio Nacional de Fotografía del Gobierno de Cantabria (años 98 y 99). Premio Nacional de Fotografía de Vizcaya (año 2000). Beca III Fotoencontres del Espai de la Fotografía de Valencia (año 2000). Beca de Artes Plásticas del Gobierno de Cantabria (años 2001, 2002, 2003, 2004, 2005)… entre otros) y exposiciones (Museo Español de Arte Contemporáneo (Madrid), Museo de Bellas Artes (Santander), Fundación BBK (Bilbao), Canal de Isabel II (Madrid), Espai de la Fotografía (Valencia), Obra Social y Cultural de Caja Duero (Cáceres), Teatro Nacional Rubén Darío (Managua. Nicaragua), ARCO (Feria Internacional de Arte Contemporáneo, Madrid), Museo de Antioquia (Colombia)… entre otros) a nivel nacional e internacional.
Aragón lleva años trabajando en diferentes partes del mundo publicando sus reportajes en diferentes medios nacionales y extranjeros. Ha trabajado de forma freelance para diversas Agencias Internacionales de Prensa (Associated Press, Agencia EFE, Prensa Latina…) además de ser Editor General de la Revista Xplorer en Centroamérica y profesor en la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua.
En lo diáfano, en lo profundo y en lo recóndito de los Cayos Miskitos del Atlántico Norte en Nicaragua, se realiza uno de los peores trabajos del mundo según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A más de 60 millas mar adentro, cientos de hombres, y especialmente cientos de niños, se sumergen más de 40 metros durante al menos 8 horas al día, todos los días, para pescar con sus propias manos, las grandes y jugosas langostas que allí crecen como arroz. Sin más ayuda que un rudimentario tanque de oxígeno atado al cuerpo mediante una cuerda, esos hombres y niños se ganan el pan poniendo en riesgo su vida y su salud, irreversiblemente.
Esta es la historia que relata a través de una serie de cinco fotografías el español Antonio Aragón, la serie ganadora en la categoría Niñez Trabajadora de la Décimo Sexta (16) versión del Concurso Latinoamericano de Fotografía Documental, organizado por la Escuela Nacional Sindical ENS, de Medellín, cuyo resultado se exhibe por estos días en el Museo de Antioquia en la exposición anual Los Trabajos y los Días.
Este año el concurso contó con la participación de 1.219 fotógrafos y fotógrafas de países tan diversos y lejanos como el Reino de Bahréin, Filipinas, Irán y Ethiopia. Fueron un total de 4.364 fotografías participantes, organizadas en las cuatro categorías concursantes: Mujeres Trabajadoras, Trabajo Migrante, Niñez Trabajadora, y Hombres Trabajadores.
En palabras de los organizadores, la Escuela Nacional Sindical ENS, “la gran mayoría de las imágenes recibidas, reflejan las múltiples identidades existentes en América Latina, donde conviven un mundo rural, desierto o selvático, y un mundo urbano e industrial, con oficios de alta complejidad tecnológica y de formas básicas de trabajo manual o artesanal”.
Para el director del Concurso, Jairo Ruiz Sanabria, este evento permite documentar la vida económica y laboral de Latinoamérica, es una especie de ventana de censo de lo que está pasando, y en ese sentido cada año llegan fotografías que develan la situación de un país en esta materia. Siempre es un termómetro de lo que va ocurriendo, del desempleo, de la globalización”, indica.
En este sentido, es posible apreciar mediante esta décimo sexta versión que no se está evidenciando el trabajo industrial, pero en cambio sí el rural, el artesanal y el informal, “nos llegan desde las curanderas de México, hasta las extractoras de sal en Perú, pasando por otros más modernos, como la foto de una científica cubana trabajando en la vacuna contra el cáncer”, relata.
Uno de los ganadores
El ganador español Antonio Aragón, visitó a Medellín para la apertura de esta exposición el pasado lunes y le contó a la ciudad la aventura que implicó desentrañar esta historia que silenciosamente acaba con la vida de muchos niños y hombres de este escondido cayo de Nicaragua, “la langosta es el segundo producto de exportación después del café de este país, en el año 2000, por ejemplo, se exportaron 4 millones de libras, todo mediante la pesca artesanal que deja muchos muertos y muchos lisiados, porque pasan al menos 8 horas buceando con 16 tanques de oxígeno al día, sin guardar los tiempos de descompresión, además, muchos utilizan marihuana o crack para soportar las duras jornadas”.
Relata que el lugar en el que realizan esta actividad, en su mayoría niños y jóvenes menores de 18 años, carece de luz eléctrica y las casas están construidas sobre el mar, “cuando llegué tuve que pasar ocho días en el puerto porque nadie me quería llevar al lugar donde se realiza la pesca. Allí no hay turismo, no hay barcos, no hay nada. Al regreso lo mismo, esperar que una lancha quisiera llevarme después de haber pasado 12 días conviviendo con ellos. Se calcula que en Nicaragua hay más de 3 mil buzos, y de ellos, más del 50% tendrá problemas de salud y el 10% daños irreversibles como la pérdida de un miembro o la muerte”, concluyó el español, invitando a los medellinenses a visitar esta exposición itinerante que estará en el Museo hasta el 18 de julio.
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