jueves, 20 de mayo de 2010

La Colección Norte genera la creación de tres nuevos espacios expositivos

Guillermo Balbona, M. San Miguel | El Diario Montañes
El comisario Francisco Calvo Serraller apuesta por una selección de 86 obras «relevante y significativa de lo que está pasando hoy»
La Colección Norte de Arte Contemporáneo camina hacia su decimoquinto cumpleaños sin que el proyecto museístico al que están destinados sus fondos se encuentre encauzado de forma definitiva. Paradójicamente, la exposición temporal «selectiva y representativa» de la colección, inaugurada ayer en la nueva Biblioteca Central y Archivo Histórico de Cantabria, ha generado la creación de un nuevo triple espacio expositivo que desde ahora acogerá regularmente muestras de diferente dimensión y, de manera paralela, otras actividades, en una superficie que supera los mil quinientos metros cuadrados: el patio central del edificio y las salas polivalentes de la Biblioteca y el Archivo que lo flanquean. Precisamente el consejero de Cultura, Javier López Marcano, anunció que este espacio acogerá el próximo otoño otra muestra titulada 'Cántabros en la Colección Norte', que viajará después por distintos lugares de la región.

«Una colección pública no puede responder sólo a un juicio especializado, sino que éste debe encardinarse en una realidad social específica, a la que debe servir». El crítico, ensayista y catedrático Francisco Calvo Serraller considera que la Colección Norte responde a este espíritu. Un proyecto «en crecimiento», nacido en 1996, en el que, al contrario que muchas otras iniciativas de coleccionismo público, «ha primado el contenido sobre el contenedor» y destaca por «una calidad media de notable interés», precisó Calvo Serraller. A su juicio, la colección «toca perfectamente todo lo que tiene que tocar una colección de arte contemporáneo hoy en día». El ex director del Prado, como comisario de esta muestra de los fondos de arte contemporáneo del Gobierno de Cantabria, subrayó que la Colección cumple, en su opinión, con las tres grandes determinaciones que cabe exigir a una iniciativa pública: «Nutrirse de artistas cántabros, nacionales e internacionales que están muy imbricados; mantener un vínculo en el tiempo con galerías y galeristas cántabros y atender al arte emergente, en el sentido de dar cabida a los nuevos medios».

Tras la presentación matinal de la muestra, el presidente del Gobierno regional, Miguel Angel Revilla, inauguró en la Biblioteca la exposición de la Colección de Arte Contemporáneo.

Ochenta y seis obras, entre pintura, escultura y fotografía, conforman la muestra selectiva a modo de «antología representativa» de la Colección Norte, que puede verse hasta el 25 de julio en la Biblioteca Central. Calvo Serraller destacó que la opción elegida se traduce en una clara representatividad de la identidad de la colección pública cántabra, y, al tiempo, en una respuesta ajustada a su espacio de exhibición. A juicio del comisario, la calidad de los fondos de la Colección hubiera permitido haber seleccionado 200 obras igualmente representativas.

El académico destacó que el visitante encontrará una selección «relevante y significativa de lo que está pasando hoy». De Juan Uslé a Dis Berlin, de Luis Gordillo a Pierre Gonnord, de Candida Höfer a Antoni Tapies, de Darío Urzay a Chema Madoz, entre otros, el itinerario selectivo conformado por 82 artistas sintetiza, según el comisario, la identidad de la colección cuya distinción reside en intentar reflejar el presente del arte actual. En la nómina, de Juan Navarro Baldeweg a Eduardo Gruber, de Esteban de la Foz a Ciuco Gutiérrez, se incluyen quince cántabros.

A su juicio, su rasgo internacional y pluralidad se revelan en que esta muestra «tiene interés no sólo para el público cántabro, sino para cualquiera a quien le guste el arte contemporáneo».

Las obras expuestas en el complejo de la calle Ruiz de Alda suponen aproximadamente un 8% de la cifra de piezas que integran la colección. Calvo Serraller incidió en que la muestra abierta ayer «es representativa, cumple con el fin de dar visibilidad significativa a la Colección y se ajusta a las condiciones arquitectónicas del espacio, tras el trabajo museográfico desarrollado por el arquitecto Juan Ariño. El comisario considera que la Colección, hasta su destino final en el museo, permite organizar «muestras temáticas o crear módulos de exposiciones», dada su diversidad. Calvo Serraller defendió el modelo seguido por Cultura, es decir, apostar por un proyecto de crecimiento para después plantearse un edificio para acogerlas. A su juicio, «nos hallamos ante la fase inicial de un proyecto cuyo conjunto actual no puede ser calificado nada más que como un horizonte». El comisario especificó que la Colección «toca todo lo que debe tocar una colección de arte actual, en cuanto a que atiende las necesidades de su entorno social, y cuenta con una representación de lo mejor del arte de Cantabria, no desde una visión localista o provinciana, sino puesta en relación con lo que se está haciendo a nivel internacional».

Apuntó, asimismo, como rasgo distintivo de la Colección el que, como en el caso del IVAM, «se ha empezado por adquirir obras y darse un tiempo antes de construir un edificio que las albergue, lo que es lo más sensato». Lo mejor, recalcó, es «hacer primero la necesidad de un museo, empezar por la sustancia y luego crear la carcasa, como se ha hecho en Cantabria».
El Mirador
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Galería de fotos de el Diario Montañés

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