La actividad regular de Robayera, pionera en la descentralización cultural de la región y bien conocida en el mundo artístico nacional, regresa este fin de semana con su nueva temporada. Al cumplirse veintitrés años de andadura, el proyecto municipal artístico de Miengo emprende un nuevo calendario expositivo que abre el próximo sábado la muestra configurada por una treintena de nuevas obras de Emilio González Sainz, óleos y acuarelas, que supone un nuevo acercamiento a uno de los representantes del arte cántabro con mayor proyección, amén de haber sido galardonado en varias ocasiones a lo largo de la presente década. La sala Robayera, que dirige el también pintor Juan Manuel Puente, nació en 1988 cuando propuso al ayuntamiento de Miengo utilizar unos locales de la casa consistorial para mostrar sus obras.
De aquella primera exposición, materializada de manera estable al año siguiente, afloró la programación de exposiciones de artes plásticas en el espacio anexo al ayuntamiento. Hoy en día, la temporada se celebra en las antiguas escuelas de Cudón, mientras prosigue la incógnita sobre el proyecto de centro cultural y de arte (caso de una antigua iniciativa en el Centro de Arte Palacio El Somo) destinado a albergar la colección Robayera que supera ya las 120 obras.
Robayera comenzó a andar con una programación que incluía a cuatro artistas cántabros: Celestino Cuevas, Rafael Leonardo Setién, Joaquín Martínez Cano y Manuel Fernández Saro para pasar a aglutinar a artistas del ámbito nacional y, desde finales de los noventa, a nombres internacionales.
Emilio González Sainz y su poética del paisaje, un sello e icono de la pintura española del presente, será la referencia inaugural de la nueva temporada de Robayera con su cita del sábado a las siete y media de la tarde. Será la primera estación plastica de una temporada en la que, como ha avanzado este periódico, se sucederán las exposiciones de Rafael Cidoncha, Pablo Maojo, y, entre otros, el fotógrafo argentino vinculado a Cantabria José E. Lamarca. Un retratista subyugado por los personajes de los 'Flamencos', epígrafe de su serie más conocida a nivel internacional, que ha subrayado la relación humana, cercana e intensa que enriquecen sus retratos, que clausurará la temporada 2010, ya entrado el otoño.
Nombres consagrados
A lo largo de los años noventa, el proyecto Robayera se fue consolidando al dar entrada a importantes artistas consagrados del panorama español e internacional de las mas variadas tendencias: Ferrán García Sevilla, José Manuel Broto, Miquel Barceló, Rafael Canogar, con un calendario anual configurado por cinco o seis exposiciones que abarcan de mayo a noviembre. En muchos casos Robayera ha organizado en estos años primeras exposiciones individuales en Cantabria de de determinados artistas.
Un apuesta «descentralizada, desarrollada desde un pequeño municipio rural», como se destacó con motivo de su XX aniversario, que además ha servido de acicate para otras experiencias ya consolidadas en la comunidad y con otros rumbos, caso de los simposios internacionales de Sianoja y sus programas expositivos complementarios durante el año, o la iniciativa del Observatorio del Arte en Arnuero.
Citas históricas fueron las muestras de Chillida en 1996 y la de Tàpies en 1997. Asimismo, Juan Genovés, Gerardo Delgado, Santiago Serrano, Antonio Mesones, Juan Barjola, Darío Villalba, Albert Ráfols-Casamada, Pilar Cossío, Manuel Quejido, Carlos Franco, Alfonso Albacete, Eva Lootz, Carmen Calvo, Pedro Palazuelo, Ian Wallace, Juan Uslé, Cristina Iglesias, Ciuco Gutiérrez y Jorge Fernández han mostrado su obra en Miengo.
También destacan creadores como Joan Hernández Pijuan, Guinovart, Susana Solano, Jaume Plensa, Adolfo Schlosser, Juan M. Moro, Gordillo, Miquel Navarro, Martín Chirino y Juan Muñoz, que expuso en Robayera poco antes de su muerte. El proyecto, que nunca ha estado sujeto a cambios radicales ni a vavenes políticos, ha mantenido su programación con el apoyo de la Consejería de Cultura, con colaboraciones esporádicas de otras entidades como Caja Cantabria y Solvay. En 1995 se mostró por primera vez la colección de arte contemporáneo, surgida de las donaciones de los artistas expuestos. La última colectiva de sus fondos tuvo lugar al final de la temporada 2009.
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