El Palacete del Embarcadero muestra 50 imágenes en blanco y negro tomadas durante cuatro décadas en sus viajes por el viejo continente
Mario Cerro | El Diario Montañés
Una selección de medio centenar de imágenes en blanco y negro, tomadas por un icono de la fotografía europea, el francés Bernard Plossu (Vietnam, 1945), se inaugura esta tarde, a las 19.00 horas, en el Palacete del Embarcadero de Santander, donde permanecerá expuesta al público hasta el 4 de julio. Gracias a la Fundación Santander 2016, la muestra ofrece la particular visión sobre Europa de este fotógrafo a lo largo de cuatro décadas de incansables viajes por el viejo continente.
Su curiosidad extrema y permanente le ha llevado a fotografiar todos aquellos lugares por los que uno pasa y mira, pero no ve. No hay truco en las imágenes de Plossu: están tomadas con una sola cámara, con un objetivo de 50 milímetros y con película de sensibilidad 400 ASA, ingredientes que le permitieron capturar la imagen de forma similar a como lo hace el ojo humano. La vida que palpita en grandes ciudades como Berlín, Madrid o Lisboa, pero también la desolación de parajes perdidos por el continente europeo quedan recogidas en el libro y en la exposición, para los que ha realizado expresamente algunas fotografías de Santander, ciudad que aspira en 2016 a convertirse en Capital Europea de la Cultura.
En el libro que se ha editado para la ocasión, el fotógrafo demuestra las similitudes y las diferencias que existen en cada latitud, aunque convencido de que hoy, en sus propias palabras, «Europa es una nación sin fronteras. Viajo mucho por Europa por trabajo, de Polonia a Portugal, de Austria a Sicilia. Todo es muy diferente pero hay algo que me encanta enseñar a mis hijos, y es que todo este continente es su país ahora», dice el fotógrafo, afincado en Marsella tras una larguísima estancia en el Oeste de Estados Unidos.
«En fotografía estoy alerta todo el tiempo, de Czestechowa a Valencia, de Bruselas a Santander; me gusta hacer estas fotos que enseñan el mundo de hoy, de nuestra época. Mostrar las diferencias, claro, y las similitudes. Aquí somos por fin todos europeos, con la esperanza de que no haya guerras. Este es el gran cambio para las nuevas generaciones».
Premiado
Bernard Plossu fue galardonado con el Premio Nacional de Fotografía en 1998. Ese mismo año, el Centro Georges Pompidou de París le dedicó una retrospectiva, que también fue acogida por el IVAM en Valencia. Paco Salinas dice que si hay un fotógrafo viajero por excelencia, ese es Plossu: «Su espíritu nómada le ha llevado desde hace décadas a deambular por el planeta con el espíritu abierto y el ojo presto». Su formación es básicamente un viaje constante por el mundo y por diferentes culturas: de padres franceses, nace en Vietnam en 1945, estudia en París, y en 1958 viaja al Sahara con su padre donde toma sus primeras fotografías con una Brownie Flash.
En 1965, se marchó a México en compañía de una expedición inglesa para fotografiar la jungla de Chiapas hasta 1966. Realiza numerosos reportajes de los indios mayas, y en California recorrió todo el oeste americano, Nevada y el Medio Oeste. Su primer libro importante, El Viaje Mexicano, se publica en 1966. En 1970 realizó un trabajo sobre la India. En 1975 viaja a Níger, y desde entonces no hace más que fotografías en blanco y negro. De 1977 a 1985 vivió en México y de 1989 a 1992 en Andalucía.
La candidatura de Santander pretende ofrecer la particular visión sobre Europa de uno de los grandes maestros de la fotografía. La Fundación promueve también la publicación de un volumen con fotografías de otro gran maestro de la cámara, el español Jordi Bernardó.
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