El próximo viernes 4 de junio tendrá lugar la inauguración de la muestra 'El Extraño garaje' en la santanderina galería Siboney. con obras de Arturo Prins, José Luís Serzo y Santiago Talavera.
Noticia de Marta San Miguel en el Diario Montañés
Tres de los artistas emergentes más singulares del panorama del arte contemporáneo firman una colectiva que se inaugura mañana viernes en Santander. Arturo Prins, José Luis Serzo y Santiago Talavera toman la galería de Castelar Siboney abre la puerta de su extraño garaje, mañana viernes, a partir de las 20.00 horas. Ese espacio que configura la visión políedrica y visceral de tres de los artistas emergentes más singulares en el panorama del arte contemporáneo español. Dos españoles, José Luis Serzo y Santiago Talavera, junto al argentino Arturo Prins, vuelven a unir sus talentos tras haber participado en varias exposiciones de grupo junto, en una especie de extensión creativa que emana del estudio que comparten: en mitad de la calle Manuel, en el corazón de Madrid, a pocos metros de la Gran Vía y la Plaza de España, encontramos el portón de un amplio garaje reciclado en la actualidad como estudio artístico por Prins, Serzo y Talavera.
En esa traducción sin espinas que hace inteligible su concepto artístico al público que visite desde mañana la galería de la calle Castelar de Santander, la exposición bien pudiera llamarse 'El extraño estudio'. Pero la singularidad de ese estudio, en el que ya desde el arranque de la rampa en curva que hay que bajar para llegar al espacio de trabajo propiamente dicho, el local aparece saturado de cuadros y papeles enmarcados vueltos de cara a la pared, bastidores y telas todavía sin empezar, y algún otro objeto de lo más variado. Es en este espacio de tránsito, que ellos utilizan de almacén, donde con frecuencia se encuentran algunas de sus mejores y más ambiciosas piezas, esperando pacientemente que vengan a buscarlas para su exposición o definitivo traslado en alguna colección privada.
El extraño Garaje, reúne trabajos recientes (Circo Prins, Cómo llegar a ser océano, Jugando con fuego...) de los tres artistas, con una clara vocación de transmitir sensaciones muy próximas a las anteriormente descritas. En el escrito de Óscar Alonso Molina para presentar la exposición, se alude al título inicial de la muestra. «Pensé que era un buen arranque para abordar cierto estrato común a la obra de estos tres artistas, reunidos por el destino en un céntrico garaje madrileño para desarrollar sus respectivos proyectos(...) Pero ahora, reconozco humildemente que en tan extraño estudio, el crítico, en última instancia y casi inevitablemente, no es más que el extraño en el estudio. Les dejo allí dentro y me retiro», concluye.
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