Guillermo Balbona | El Diario Montañés
El Museo de Bellas Artes continúa hoy con la actividad 'Espacio Interior' con Emilia Trueba, en un encuentro de la artista con el público.
El Museo de Bellas Artes continúa hoy con la actividad 'Espacio Interior' con Emilia Trueba, en un encuentro de la artista con el público.
Tiempo y mujer; compromiso y cotidianeidad; metáforas y objetos; autorretrato y mirada sobre el mundo. Dos constantes, a veces contradictorias, se funden en el paisaje femenino y artístico de Emilia Trueba. El Museo de Bellas Artes ha sido sido testigo activo de la trayectoria de la escultora cántabra. Hoy, la artista protagoniza la actividad denominada 'Espacio Interior', un encuentro de la artista con el público organizado conjuntamente por el Ayuntamiento de Santander y la Consejería de Cultura.
Bajo el epígrafe 'Piel de mujer', Trueba expuso hace cinco años en el Museo santanderino. No obstante, su «mundo estético y su visión comprometida» ya formaron parte de la serie 'El puente de la visión'. Sus materiales y obras suelen remitir a lo cotidiano y, a su vez, sirven a su creadora para hablar de la mujer, del paso del tiempo, de la casa y del hombre.
En el acto, previsto a las siete y media de la tarde, Emilia Trueba (Suesa, 1959), que obtuvo el Primer Premio de Escultura de la Diputación Regional de Cantabria en 1985, hablará de su creación y trayectoria. Una artista prácticamente autodidacta que trabaja la escultura y la instalación desde muy variados conceptos y procesos. Un espíritu de búsqueda constante, la curiosidad y el reto que suponen los diferentes materiales y sus posibilidades, además de una poderosa voluntad de experimentación y necesidad constructiva han sido denominadores comunes a lo largo de más de dos décadas de creación. En sus diferentes trabajos Trueba ha profundizado en polos tan opuestos como las estructuras en hormigón encofrado y sutiles formulaciones en ligerísima malla o trabajos en seda.Actualmente, como ya se avanzó, forma parte de la colectiva 'Entre Arena y Espuma', que se exhibe en el nuevo espacio del Palacio de Larrinaga del Ayuntamiento de Castañeda.
En todos sus trabajos imprime la artista su particular modo de entender el proceso escultórico, como «una actividad existencial en la que de manera inconsciente y necesaria vuelca metáforas sobre nuestra relación con el mundo, la naturaleza o las propias inquietudes del ser humano como individuo». En 1998 participó en 'El Puente de la Visión' con la exposición titulada 'La memoria del jardín' y desde 1991 ha comparecido varias veces en la ARCO con la galería Siboney. En 2002, Luz Norte mostraba su proyecto 3000 días. Ha sido incluida en numerosas colectivas como 'Memoria de un fin de siglo' o 'Las edades de la mujer'.
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