jueves, 29 de abril de 2010

«Santander da hoy un paso esencial»

Leticia Mena | El Diario Montañés
«Es un día muy importante para la ciudad». El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, cogió el avión de vuelta a Parayas como un niño con zapatos nuevos junto al director del Museo de Bellas Artes de Santander, Salvador Carretero, y el concejal de Cultura César Torrellas. Llevan meses trabajando en el convenio de intercambio de fondos que ayer De la Serna firmó en Madrid con el director del Museo Nacional Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, con la intención de que el de Bellas Artes de Santander se convierta en uno de los referentes del norte de España. Así que ayer, después de rubricar el acuerdo, el alcalde estaba feliz y muy satisfecho, ya que, como ya adelantó EL DIARIO MONTAÑÉS, este convenio supondrá la incorporación de fondos del 'Reina Sofía' a la pinacoteca de la calle Rubio, y este proyecto, también se extenderá al Museo del Prado, aunque este acuerdo se cerrará en las próximas semanas.
Los términos firmados contemplan el intercambio de obras pertenecientes a los fondos de sus respectivas colecciones a través de préstamos temporales y depósitos, y desarrollarán conjuntamente programas de interés mutuo que abrirán líneas de investigación y estudio en materias relacionadas con el arte contemporáneo en general, y con el conocimiento de sus respectivas colecciones en particular. De esta forma, el Museo Bellas Artes de Santander se convertirá en un reclamo cultural, dentro del contexto de Santander 2016, al tiempo que se postula como referencia para el circuito artístico nacional.
«Es un paso fundamental en el proceso de transformación de nuestro museo, con la intención de que se reinvente y seamos capaces de captar más visitantes». De la Serna subrayó también que el acuerdo alcanzado «responde a la política del Ayuntamiento de fortalecer todo o que tenga que ver con nuestra cultura, y tenemos las miras puestas en el exterior porque eso redundará en el beneficio de la ciudad y, obviamente, del propio museo».
Intercambio de muestras
El convenio contempla también fomentar la organización y el intercambio de exposiciones temporales en sus respectivas sedes, así como la estructura conjunta de exposiciones de gabinete. Atendiendo a todos estas ideas, este 'pacto' entre museos supondrá una «reformulación integral» de las piezas que exhibe el centro santanderino: La modernización general de su muestra permanente, el replanteamiento de su discurso artístico y la posibilidad de abrir las puertas a colaboraciones futuras, caso de muestras temporales e intercambios.
Los frutos, en verano
Ahora toca esperar a que los técnicos de uno y otro museo se sientes y decidan qué obras del 'Reina Sofía' se exhibirán en la capital cántabra y qué aportará la pinacoteca santanderina que dirige Salvador Carretero al centro nacional de arte. En los próximos días, los responsables de ambos museos trabajarán en la relación de obras que se van a intercambiar, y confían en que a lo largo del verano ya se puedan ver los frutos de tantas reuniones.
El alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, abrió el camino de esta iniciativa el pasado invierno, y ayer se mostró muy agradecido a los responsables del Museo Reina Sofía, especialmente a su director, Manuel Borja-Villel. «No sólo hemos encontrado receptividad, sino que se han comportado con nosotros de forma extraordinaria, con una tremenda generosidad y una agilidad de los pasos que nos ha sorprendido», comentaba ayer De la Serna.
La colección del Museo de Bellas Artes ha registrado diversos cambios en los últimos años, también un crecimiento por donaciones y adquisiciones, aunque los problemas y limitaciones de espacio han condicionado de modo constante los planteamientos de potenciación del museo.
El criterio que vertebrará la exhibición permanente es el de hacer convivir en la pinacoteca de la calle Rubio piezas, obras, estilos y épocas diferentes, sin perder nunca el objetivo a largo plazo de la ampliación del museo, pendiente desde finales de 2008, cuando se anunció su expansión a través de la nave de la antigua Imprenta Martínez, el acuerdo con el Prado y el Reina Sofía trata de conformar un museo «más cosmopolita, internacional, europeo e innovador».

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